La Atlántida, mito por excelencia, nos remite a continentes perdidos en el devenir de la historia, legados culturales transmitidos de generación en generación, ajenos a dogmas y panteones imperantes, erigidos en la base del vasto edificio cultural de Occidente.

Privada de grandilocuencia subyace sin embargo en la educación sentimental de todo ser humano otra mitología, personal e intransferible, que surca con irregular trayectoria el exiguo espacio existente entre la boutade y lo sublime, conformando en última instancia su particular forma de encarar los avatares de la existencia a modo de peculiar escudo protector, connivente sonrisa en ristre.

Perdidas ya mi infancia y primera juventud como el sumergido continente, permitidme buscar en su naufragio, si os place, retazos de la generación a la que cronológicamente pertenezco así como de todas aquellas a las que voluntariamente he decidido acogerme al ritmo, voluble, de los misterios desvelados por el implacable Cronos.




miércoles, 14 de mayo de 2008

Meglio stasera



Meglio stasera, che domani o mai,Domani chi lo sa, quel che sarà...
El largometraje La Pantera Rosa (The Pink Panther,1963) nos ofrece, entre otras perlas de muy variado ámbito, este fantástico número musical a cargo de la igualmente felina Fran Jeffries. Ambientado en un sarao chic en la no menos chic estación de esquí de Cortina d´Ampezzo, el consabido leitmotiv del carpe diem se ve en esta ocasión eclipsado por la desafiante actitud, el estilismo general y la hilarante coreografía (atención al cuadro rítmico) sixties, deliciosamente desopilantes.
Ver para creer y disfrutar.

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